Academia Americana de Pediatría (AAP)
1. Los bebés y los niños pequeños aprenden mejor a través de experiencias cotidianas e interacciones con personas conocidas en contextos familiares.
Los profesionales de la salud escuchan y honran las perspectivas y elecciones del paciente y la familia. El conocimiento, los valores, las creencias y los antecedentes culturales del paciente y la familia se incorporan en la planificación y la prestación de la atención. |
2. Todas las familias, con los apoyos y recursos necesarios, pueden mejorar el aprendizaje y el desarrollo de sus hijos.
Las conexiones fuertes dentro de una familia amorosa y solidaria, junto con las oportunidades de interactuar con otros niños y crecer en independencia en un entorno con la estructura adecuada, son activos importantes en la vida de un niño. |
3. La función principal del proveedor de servicios en la intervención temprana es trabajar y apoyar a los familiares y cuidadores en la vida de un niño.
Las familias y los proveedores trabajan juntos como socios en todos los niveles de toma de decisiones. |
Las preocupaciones de los padres y los profesionales de la salud infantil deben incluirse para determinar si la vigilancia sugiere que el niño puede estar en riesgo de problemas de desarrollo. |
Un hogar médico brinda atención centrada en el paciente y la familia a través de una asociación de trabajo confiable y colaborativa con las familias, respetando su diversidad y reconociendo que son la constante en la vida de un niño. |
Proporcionar información suficiente, fomentar la asociación, ser sensible a los valores y costumbres, pasar suficiente tiempo y escuchar las preocupaciones de la familia son elementos centrales de un hogar médico. |
4. El proceso de intervención temprana, desde los contactos iniciales hasta la transición, debe ser dinámico e individualizado para reflejar las preferencias, los estilos de aprendizaje y las creencias culturales de los niños y los miembros de la familia.
Los pacientes y las familias participan en actividades de mejora de la calidad a nivel de práctica. |
Las familias son respetadas y escuchadas y reciben la información apropiada necesaria para compartir la toma de decisiones en nombre de su hijo. |
5. Los resultados del IFSP deben ser funcionales y estar basados en las necesidades y prioridades de los niños y las familias.
Los padres y los profesionales de la salud infantil tienen valiosas habilidades de observación y comparten el objetivo de garantizar resultados óptimos de salud y desarrollo para el niño. En la situación óptima, el profesional de salud infantil obtiene observaciones, experiencias y preocupaciones de los padres y reconoce que las preocupaciones de los padres requieren una atención seria. |
Haga hincapié en la atención que pone al paciente primero, enfatiza la comunicación abierta y apoya al paciente y a sus cuidadores. |
Los pacientes participan activamente en la toma de decisiones y se buscan comentarios para garantizar que se cumplan las expectativas de los pacientes |
Los planes de manejo deben basarse en una evaluación integral de necesidades realizada con la familia. |
Un hogar médico significa que su proveedor de atención primaria pediátrica conoce el historial de salud de su hijo, escucha sus inquietudes y necesidades (así como las de su hijo), trata a su hijo con compasión, comprende sus fortalezas, desarrolla un plan de atención con usted y su hijo cuando sea necesario, y respeta y honra su cultura y tradiciones. |
6. Las necesidades e intereses prioritarios de la familia son atendidos de manera más adecuada por un proveedor primario que representa y recibe apoyo del equipo y la comunidad.
El hogar médico trabaja con un equipo coordinado, brinda atención primaria continua y facilita el acceso y la coordinación con una amplia gama de servicios comunitarios especializados, auxiliares y relacionados. |
Establecer una asociación efectiva y eficiente con profesionales de la primera infancia es un ingrediente importante para la coordinación exitosa de la atención de los niños dentro del hogar médico. |
7. Las intervenciones con niños pequeños y miembros de la familia deben basarse en principios explícitos, prácticas validadas, la mejor investigación disponible y las leyes y reglamentos pertinentes.
Las decisiones con respecto a las terapias apropiadas y su alcance e intensidad deben determinarse en consulta con la familia, los terapeutas y los educadores del niño (incluida la intervención temprana o los programas escolares) y deben basarse en el conocimiento de la evidencia científica para su uso. |
La medicina basada en la evidencia y las herramientas de apoyo a la decisión clínica guían la toma de decisiones. |